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El PP sube seis décimas en una semana y recorta a 3,2 puntos la ventaja del PSOE

J. L. L. MADRID. El PP recorta su desventaja con el PSOE. Así lo refleja la encuesta continua del Instituto DYM, que este periódico comenzó a publicar la semana pasada con el objetivo de constatar los cambios más relevantes que se vayan produciendo en las preferencias del electorado.

La segunda ola del sondeo -realizada con 1.031 entrevistas del 28 de enero a 1 de febrero- deja como tendencia un PP al alza, mientras los socialistas se mantienen. Si se hubieran celebrado los comicios generales en esas fechas, el PSOE sería el partido vencedor con el 42,4 por ciento de los sufragios, seguido por los populares, con el 39,2. En relación a la primera ola, los socialistas conservan la estimación de voto que le otorgaba el sondeo anterior, frente a las seis décimas que sube el principal partido de la oposición.

En resumen, la ventaja que el PSOE tiene sobre el PP -que la semana pasada era de 3,8 puntos- se sitúa ahora en el 3,2 por ciento. Izquierda Unida, por su parte, baja una décima y se queda con el 4,1 por ciento de los sufragios. Respecto a las elecciones de 2004, los socialistas mantienen el porcentaje de votos que les hizo acceder a la Moncloa hace cuatro años. Bajan sólo dos décimas (del 42,6 al 42,4 por ciento). El PP, por su parte, crece punto y medio (del 37,7 de 2004 hasta el 39,2 de esta semana).

A tenor de las estrategias que los dos partidos mayoritarios han puesto en marcha esta semana, los datos de la encuesta vienen a subrayar dos elementos importantes. Por un lado, la tendencia al alza de los populares demostraría que es acertada su idea de centrarse en plantear propuestas programáticas a la ciudadanía, sin entrar en más batallas con sus adversarios socialistas. El sondeo reflejaría que han calado en la opinión pública las últimas ofertas electorales del líder de la oposición, Mariano Rajoy. Durante estos últimos días, la intención del presidente del PP ha consistido en recuperar la iniciativa política que hace varias semanas le arrebató Rodríguez Zapatero. Las promesas de Rajoy en materia de inmigración y medio ambiente -que cogieron a los socialistas con el pie cambiado- han podido tener el efecto deseado y, por eso, el PP recortaría su desventaja con el PSOE.

Por otra parte, el hecho de que los socialistas mantengan el porcentaje de voto de la primera ola -y no suban- supondría que el partido mayoritario no ha tenido éxito en su estrategia de agitar al electorado de izquierda mediante el enfrentamiento con la Iglesia. Si el objetivo de esa polémica con los obispos era movilizar a los «sectores más laicos» para que el PSOE despegase del PP en estimación de voto, parece -según el sondeo de DYM- que no se ha logrado.

En cuanto a la intención de voto -aquel apartado que refleja las respuestas directas de los encuestados cuando estos declaran la opción política que prefieren-, los populares también suben y los socialistas, esta vez, bajan. Se acortan, así, las distancias entre los dos partidos mayoritarios. La semana pasada esa diferencia era de casi once puntos a favor del PSOE y ahora es de 8,4. La segunda ola del sondeo señala que el 30,7 por ciento de los españoles dice que votará a los socialistas (31,7 en la primera ola), mientras el 22,3 apuesta por los populares (20,9 la semana pasada). No obstante, el PP mantiene todavía una importante «bolsa» de voto oculto.

El sondeo también deja claro que el PP está logrando, en mayor medida que el PSOE, movilizar a su electorado. El 23 por ciento de los votantes de los populares dice que, a lo largo de este periodo preelectoral, ha aumentado su interés por ir a votar (18 por ciento en el caso de los votantes socialistas). En sentido contrario, sólo el 13 por ciento del electorado del PP asegura que ha disminuido (17 en cuanto al PSOE).

Por otra parte, la situación económica se afianza en el primer puesto de la lista de las preocupaciones ciudadanas, con el mismo porcentaje de menciones que en la primera ola. La gran diferencia con respecto a la semana pasada es que aumenta la preocupación por el desempleo, motivada -con toda seguridad- por las malas cifras de paro que el Gobierno dio a conocer el pasado lunes. La cuestión del desempleo ha hecho que caiga la confianza de los españoles en el Gobierno socialista. Hace una semana, el 39 por ciento consideraba que, en esa materia, el PSOE gestiona mejor que el PP, mientras el 32 opinaba lo contario.

Ahora, la distancia se ha reducido a la mínima (36 frente a 34). En otros asuntos no hay cambios: los españoles siguen prefiriendo al PSOE en política social y redistribución de la riqueza; y al PP, en lucha antiterrorista y defensa de la identidad nacional.