El nerviosismo se ha apoderado del vestuario del Deportivo. Las palabras de Dudu Aouate pidiendo más minutos hicieron perder ayer los nervios a Gustavo Munúa. El uruguayo se acercó a su compañero en el vestuario, ante la presencia de casi todo el equipo, y le propinó un puñetazo en su ojo izquierdo. Aouate empezó a sangrar y fue atendido inmediatamente por los médicos, que le dieron ocho puntos de sutura. El club trató posteriormente de evitar que la prensa viera las consecuencias de la agresión y sacó al israelí por la puerta de atrás de Abegondo, pero pronto trascendió la noticia.
Munúa estuvo ilocalizable durante todo el día de ayer, pero Aouate sí ofreció su versión del incidente: "Me estaba buscando y yo no lo sabía. Cuando me estaba empezando a vestir, llegó Munúa. Primero me preguntó '¿tú qué miras?' y por sorpresa me dio un puñetazo en el ojo. No sé qué habrá pasado por su cabeza. Por lo menos, si quiere pelear, que lo diga, que lo haga como un hombre y no como una chica".
Como consecuencia del golpe, Aouate veía ayer "todo borroso" y se mostraba visiblemente afectado por la agresión: "Es algo grave. Yo nunca había llegado a las manos con nadie en mi vida. No es sólo el dolor físico, lo peor es el dolor mental". La convivencia en el vestuario entre los dos porteros ya parece imposible: "Yo no quiero hablar con Munúa. No quiero nada con ese tipo de personas".
Todavía en caliente por el puñetazo, Aouate meditaba ayer la posibilidad de presentar una demanda en los juzgados contra Munúa por agresión: "Lo quiero pensar con calma, porque no quiero hacer nada que perjudique al equipo". El israelí, además, no quiso valorar la decisión del club de apartarlos a los dos del partido ante el Villarreal: "¿Quién soy yo para juzgar lo que dice el club?". En cualquier caso, su agente Gustavo Crnko fue más rotundo: "Me parece raro que aparten a los dos, porque Dudu no ha hecho nada. No lo entiendo. Lo que hizo Munúa es imperdonable. Es complicado que puedan volver a convivir en el vestuario". El agente del uruguayo, Daniel Delgado, ofreció su particular punto de vista del suceso: "Tenían que haberlo resuelto en el vestuario y que no hubiera salido de allí".
La selección española ha llegado a Málaga alrededor del mediodía, donde disputará el miércoles un partido amistoso ante Francia.
Allí ha sido recibida por medio millar de personas, que reclamaron al unísono a Luis Aragonés la presencia de Raúl González.
Al grito de "Raúl selección" los aficionados se agolparon en la estación del AVE de Málaga. Los jugadores, junto al seleccionador, ya están rumbo a su hotel.
Lewis Hamiton aseguró que los insultos recibidos el pasado fin de semana en Montmeló, donde coincidió con Fernando Alonso le han producido tristeza. El ministro británico de Deportes, Gerry Sutcliffe, anunció que pedirá explicaciones al Gobierno español.
"La verdad es que me siento algo triste", aseguró Hamilton a la BBC. "Me gusta este país, sobre todo la ciudad de Barcelona. La gente en España siempre ha sido muy amable conmigo", concluyó.
El inglés fue objeto de las iras del público español por la rivalidad que mantuvo el año pasado con Fernando Alonso cuando ambos eran compañeros en McLaren-Mercedes.
"Espero que los fans españoles comprendan mi situación", había afirmado al portal de internet 'sportlifepress.com'. "Sólo intenté dar lo mejor de mí y ganar el Mundial. En ningún momento traté de perjudicar a Fernando. Pero la lucha fue muy estrecha y mi imagen en España está seriamente dañada", afirmó el británico.
